Puerto Seguro

Después de mi último post, decidí tomarme unos días para mi, los abandoné un poco, pero también tuve una sesión virtual con una psicóloga, busque ayuda de la forma que creía necesaria para lograr entender muchas cosas, y ver cual era la mejor forma de dar ese punto final, en una historia que tuvo intermitencias, pero que por trece años siempre de alguna u otra forma estuvo aquí.

Alguien me preguntó si esa persona era mi anterior pareja, y no, no me refiero a él y también para aclararlo, no es que por todos estos años siempre hubiéramos tenido "algo" nosotros siempre fuimos amigos, por temporadas dejábamos de hablar, luego él volvía a buscarme y seguíamos siendo amigos, pero bueno, creo que en el fondo, nosotros siempre tuvimos esa conexión "rara" que nunca pudimos explicar.

Hablando con la psicóloga ella efectivamente confirmó muchas de las cosas que yo pensaba, que lo tenía idealizado, y que en todos estos años, los dos, terminamos siendo el "puerto seguro" del otro, eramos como esa especie de "sitio seguro" al cual siempre podíamos volver cuando las cosas no salían bien. Y analizándolo bien, es lo que fuimos todos estos años, nos llegamos a conocer de tal manera que lográbamos entender como se sentía el otro solo con un par de palabras y fuimos el puerto al cual siempre queríamos regresar.

Todo aquello que nos brinda cierta comodidad y nos deja en una zona de confort, suele resonar en la cabeza siempre que nos sentimos perturbados por X o Y razón. El problema es que hacer esto suele terminarnos afectando, porque en ocasiones dejamos de vivir de verdad, de arriesgarnos a experimentar, de vivir lo desconocido, porque nos quedamos con la frase de "es mejor malo conocido que bueno por conocer" y así, muchas veces nos quedamos en relaciones en las que no somos felices, nos acostumbramos a estar allí donde no nos aman, donde no nos desean, donde no somos ese alguien especial por el cual harían cualquier cosa por hacernos felices, y no, ahí no es. No porque no discutan, o porque tengan hijos en común tienen que quedarse, si no te sientes amado, huye, mereces ser feliz, mereces que te amen cada fibra de tu ser. 

Hay muchas cosas que se interponen en que podamos estar juntos, una de ellas, es la distancia, él vive en otro país y las veces que hemos acordado vernos, siempre pasa algo, por ejemplo... una pandemia. Pero bueno, yo me cansé de esperar, y de seguir negándome la oportunidad de conocer a alguien más que a lo mejor termine siendo el amor de mi vida, si es que existe, entre más leo libro, más veo series y películas, mas dudo que algo así exista para mi. Me veo a mi envejeciendo, sola, en una cabaña en el campo, en un sitio con clima fresquito, con un gato negro, escribiendo y trabajando desde casa. Esa idea me llena de mucha ilusión, y no, no me veo con hijos. 

Así que mi invitación hoy es que nos arriesgamos a vivir, cumplamos todos esos sueños que tenemos en el baúl de "lo hago después", porque como pueden notarlo, a veces un después no es un hecho, no tenemos la vida comprada, y si no luchamos por lo que queremos, viviremos frustrados, amargados e infelices.

Como siempre, gracias por venir aquí, por leerme por SER y ESTAR.

(En Colombia hoy celebramos el día de la madre, y aprovecho esta entrada para desearle un feliz día a todas las madres que leen mi blog, les envío un fuerte abrazo, mucha fuerza, y si ustedes al igual que yo, pasaron este día sin su familia, ánimo, por lo menos saben que sus seres queridos están vivos y a salvo.)

Feliz noche a todos,

Con Cariño,

Eve