Amor en cuarentena
Era una noche lluviosa, de esas tan poco frecuentes aquí... el sonido de la lluvia me llenaba el corazón, y se encargaba de cubrir todas mis dudas y pensamientos, de repente sonó el timbre y la voz al otro lado de la puerta desbocó mi corazón. Después de meses sin verle, por fin volvíamos a estar juntos.
Después de cenar, entre copa y copa sólo dejamos que el alcohol recorriera nuestras venas, entre risas, un juego y la complicidad más absoluta, fuimos fundiendo nuestros destinos, poco a poco desnudamos nuestros cuerpos, desnudamos nuestras almas, de repente el frío que nos rodeaba se envolvió por una llama tan fuerte que ni nosotros quisimos, ni pudimos apagar.
Primero fue un beso, luego un roce, verlo allí, tan cerca de mi... llevaba meses esperando este momento, tantas caricias perdidas, tantos besos abandonados a la distancia, y de repente, estaba frente a mi, podía ver mi reflejo en sus ojos, sintiendo el calor de su respiración agitada, sintiendo su cuerpo caliente debajo del mío, poco a poco solo dejamos que nuestros cuerpos se unieran y fueran solo uno, el tiempo solo se detuvo y éramos solo los dos, en medio de la oscuridad, con una tormenta eléctrica que parecía anunciar en los cielos la unión de dos almas que siempre se necesitaron y que fueron separadas por fuerzas ajenas a su voluntad.
El estar en sus brazos después de tanto tiempo, fue el mejor alivio que le pude dar a mi ser, siempre hemos sido solo uno, él es mi hilo rojo, y a su lado siento que soy invencible, somos los dos contra el mundo, y aunque en toda esta locura de la cuarentena quedamos temporalmente aislados, la vida es justa, y nos volvió a reunir, y esta vez, los dos esperamos que sea hasta el último respiro que le quede a nuestras almas, al menos en esta vida.
Gracias por leerme chicos, sé que nunca les había compartido algo así, pero bueno, llevo varios días hablando con amigas, conocidas, conociendo sus historias, y me apetecía dejarles este escrito, sé que algunas quizá puedan ser la protagonista de este relato, y de corazón espero que algún día conozcamos esa persona que nos haga sentir como a la protagonista.
Como siempre les digo gracias por SER y ESTAR, espero que lo disfruten, tanto como yo lo hice al escribirlo.
Con Cariño,
Eve
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