Lo que no te cuentan de las citas por internet.

Hace un par de semanas vi en Netflix la película "Love hard" o "Qué duro es el amor". Es protagonizada por Nina Dovrev como Natalie Bauer, una escritora que vive en Los Ángeles y gracias a una App de citas, un día hace "match" con un chico que vive en Nueva York. Empiezan a hablar todos los días y ella está encantada con él. Decide hacer un viaje sorpresa para navidad y va a casa de Josh para conocerse y pasar las fiestas juntos. Varias cosas pasan al llegar y bueno, que les puedo decir, la película es entretenida de principio a fin y no pude evitar identificarme con la protagonista en ciertas cosas. (No olviden verla y me cuentan que les pareció, a mi me encantó).

Natalie suele escribir sobre sus citas desastrosas, y esto nos recuerda la cara real de las citas por internet, vivimos en una época donde aplicaciones como Tinder o Badoo son populares entre las personas, ya sea para conseguir citas casuales (que siendo honesta, suele ser para lo que más las usan), pero luego estamos otro tipo de personas, que encontramos en estas aplicaciones, una opción para ampliar nuestro circulo social, son cómodas porque el primer "encuentro" no es tan directo y poco a poco vamos desvelando un poco más de nosotros. 

En el pasado les conté de que he tenido relaciones por internet, y como le sucede a la protagonista de la película también tuve encuentros no tan gratos, no siempre físicos, pero considero importante que las personas que apenas inician en este mundillo, estén conscientes de que por este medio, van a conocer a cualquier tipo de gente... Desde personas super amables, que pueden volverse tus amistades, como acosadores. Yo tengo un par de estos últimos, a cuestas y es super incómodo que una vez das por finalizado el contacto con esa persona, te siga buscando y agregando desde cuanto perfil falso pueda crearse. Creo que es de las cosas más desagradables. 

En el 2020 utilicé muchísimo Tinder, se me hacía cómodo conocer personas por la aplicación, estábamos en plena pandemia y me aburría. A decir verdad, cree mi perfil en la aplicación en julio de 2019, cuando volví al mundo de la soltería, conocí personas que me caen muy bien, salimos juntos algunas veces, con algunos de ellos incluso aún nos seguimos en redes, aunque poco hablamos ya. 

Me di la oportunidad de empezar a conocer mujeres, ya sabemos que me declaré bisexual a comienzos de año, (si son nuevos en mi blog, los invito a leer el post "Esto no es un closet"). hablé con varias chicas por meses, me permití tontear y bueno, lo típico que pasa cuando conoces a alguien. Descubrir como piensa otra mujer desde otro punto de vista, me pareció genial aunque en ocasiones algo caótico. Confirmé mi atracción y gusto por las mujeres, pero nunca tuve citas presenciales con ninguna. (Si me conocen, saben que soy de las personas que pierde el interés fácilmente. Y eso me aplica casi en todos los aspectos de mi vida). 

En lo personal a mi Tinder me funcionó para lo que buscaba, tuve algunas citas ocasionales, y por esa App conocí a mi pareja actual, aunque, ninguna de las dos estaba buscando una relación seria, solo pasó y ahora vivimos juntas. 

El punto está en tener claro lo que buscas, así no te creas falsas expectativas ni lastimas a alguien más. Varias amigas y algunas conocidas se quejan porque no han encontrado en este tipo de Apps lo que buscan y bueno, no las culpo, ya sabemos que muchos usan este tipo de aplicaciones solo para buscar sexo, pero mi mejor amiga no me dejará mentir, si tienes paciencia, en el momento en que menos lo esperes, encontrarás a esa persona que siempre has estado buscando. 

Es importante no idealizar a la otra persona, como pasa con la protagonista, ella tenía en mente X tipo de hombre, buscaba esa perfección que siempre creyó era lo que ella consideraba adecuado para ella. Y no, a veces idealizamos tanto, esto, gracias en parte a las redes sociales y sus historias intachables, a aquellas fotos llenas de hombres musculosos y mujeres que siempre se ven perfectas, cabello bien peinado, maquillaje, uñas, cuerpazo... Pero, todos sabemos que en la vida real, nadie se ve así todo el tiempo, nadie es tan perfecto como lo vendemos en redes, inconscientemente hemos alimentado la farsa, lo hacemos cada día, sería hipócrita de mi parte decir que yo no lo hago, amo los filtros, borran todas esas imperfecciones que no me gustan y que oculto cada que puedo. Pero es tiempo de aprender a aceptarnos como somos, con cada peca, cada cicatriz, cada kilo, cada estría. Somos seres humanos únicos y eso marca la diferencia, siempre elige ser tú. Y sé consciente que no estás en búsqueda de un príncipe azul o la princesa de cuento, la fantasía es solo eso, algo irreal, la vida es demasiado corta para buscar perfección, y por ello, a veces nos demuestra que casarnos con la idea de lo que queremos, es solo eso, una vaga idea, porque lo que necesitamos, quizá esta allí, en el sitio que menos esperamos encontrarle. 

Como siempre les digo, gracias por SER y ESTAR.

Con Cariño.

Eve.