Monotonía

Terminar una relación sentimental duele, y siento que duele más cuando deciden separarse porque realmente hace un tiempo que sus caminos se dividieron y por más que intenten ir de la mano el camino cada vez los aleja más y más, pero el sentimiento hacia la otra persona aún está allí, aún se quieren pero saben que por más que luchen sus caminos no serán uno de nuevo y es allí donde se debe tomar una difícil pero necesaria decisión, decidir que cada uno siga su rumbo. 

Las personas por lo general nos acostumbramos tanto a las cosas, a las situaciones y a las personas que a veces olvidamos que aunque llevemos años con una persona debemos seguir cultivando el amor, el respeto, la confianza, la tolerancia, la comprensión, la lealtad, etc. Damos todo por hecho y olvidamos que el amor no es para siempre y que lo que no se cultiva se pierde. 

Uno cree que la típica frase de que la monotonía acaba con todo es solo esa frase de cajón que las personas usan como su comodín, pero es verdad, la monotonía corroe, rompe, destruye y evapora todo aquello por lo que olvidamos luchar. Quienes hemos estado en una relación de varios años sabemos que muchas veces por el simple hecho de que llevamos mucho tiempo con la otra persona, damos por hecho que saben que les queremos, o que saben lo importante que son para nosotros, porque creemos que con estar a su lado, con salir a cenar juntos, ir de viaje, etc es suficiente para demostrar lo mucho que sentimos y que los queremos, pero no, no es suficiente, un te amo, un beso, una caricia, un mensaje de buenos días, un desayuno en la cama, un "que bien te ves" "que afortunada me siento de tenerte" o "soy muy feliz contigo" pueden marcar la diferencia entre seguir o acabar con todo. 

Siempre he dicho que escribo mucho mejor con el corazón roto y bueno, aquí estoy, uniendo trozos en este escrito para dejar aquí un poco de todo lo que llevo semanas pensando y sintiendo, así que decidí hacer una de las cosas que mejor se me da a la hora de expresar lo que pienso y siento: escribir. 

La mejor parte de escribir es que luego puedo venir a este mi rincón en donde cuando más lo necesito encuentro el valor y la fuerza que me ayuda a continuar aún cuando la niebla no me deje caminar.