Un amor inesperado

Hace un tiempo atrás, en un pequeño pueblo vivía Aveline, ella amaba plasmar en su blog sus sentimientos e historias que rondaban su mente, y de esta manera, en ocasiones, sentía que al compartir un poco de ella y de sus historias en algún momento podría ayudar a alguien que leyera sus letras en el momento exacto en que más lo necesitara.

No tenía muy claro cuando empezó a escribir, pero si sabía que lo hacía desde muy niña, tenía varios diarios donde siempre había dejado escrito todo lo que sentía, y de esta forma era como mejor se expresaba.

Un día recibió una invitación a Paradise Dreams, un país para artistas. le pidieron que enviara sus mejores proyectos para la audición y de esta manera ver si era apta para una beca en este país. Ella se puso muy contenta pues en los folletos que habían enviado todo se veía hermoso, sería cumplir uno más de sus sueños, y seguir preparándose para ser cada vez una mejor escritora y artista.

Los días pasaron y unos meses después llegó una carta confirmando su aceptación para una beca por cuatro años en Paradise Dreams, su viaje sería dos semanas después, así que ella empacó todo lo necesario, se despidió de su familia, y Thea la acompañó en su viaje, no podría separarse tanto tiempo de su gatita, la tenía desde que ella tenía dos meses.

Al llegar a Islandia, atravesó las cuevas de skaftafell que están justo a la entrada de Paradise Dreams, todo allí se veía tan irreal, siempre había querido conocer la nieve y allí estaba rodeada de ella.

La capital Metal Palace era majestuosa y bella, allí tomó un velero y después de hora y media llegó a la ciudad en donde viviría por cuatro años… Wooden forest, la ciudad donde siempre es otoño y donde la naturaleza se siente en cada respiro.

Cuando iba caminando rumbo a la cabaña asignada se encontró con un chico de ojos verdes, tan verdes como el césped a su alrededor, él la miraba fijamente, y cuando ella sólo se paralizó él desapareció en medio de los árboles.

El inicio de clases fue lo mejor, conocer tanta gente con gustos similares, saber que compartía su gusto por la lectura y la escritura con tanta gente, la llenó de esperanza, esa que da saber que, aunque muchos te digan que pocos leen, en realidad eran varias las personas que seguían leyendo, y no estaba sola.

Con el paso de los días seguía encontrándose con aquel chico de ojos verdes, pero nunca se hablaban, hasta que la noche en la que celebraban el Samhain, ritual al que Aveline había sido invitada por su amiga nativa Candyce. Esa noche en medio de la oscuridad, y cuando ella se iba a dormir, él se acercó y le susurró al oído que se alegraba de ver que poco a poco se unía a sus costumbres, lo que más la asombró es que aquel chico conocía su nombre y ella aún no sabía quién era. Él sonriendo respondió: - Hola, soy Bastian y nos seguiremos viendo más de lo que imaginas y luego solo se fue, dejándola con la incertidumbre de saber en que momento su vida había cambiado tanto, en qué momento esos ojos verdes se habían plasmado en su memoria.

Los días transcurrían entre clases, actividades deportivas y de lectura, y Thea siempre la esperaba en su cabaña, y con un miaw confortaba su alma.

Bastian seguía mirándola a distancia, rara vez se acercaba a ella y muchas veces delante de las demás personas se comportaba bastante temperamental y tosco, no entendía como dos personalidades tan diferentes fueran la misma persona, cuando le hablaba se mostraba misterioso pero amable, y Thea lo quería, era algo muy extraño, porque ella huía de todo el mundo menos de ellos dos.

Un sábado en la noche cuando no podía dormir, salió a caminar en medio del bosque hasta el arroyo que estaba cerca de su cabaña, estaba allí sentada en el suelo, contemplando la luna y las estrellas, cuando Bastian llegó y se sentó a su lado, y ella sólo lo mirada, sin poder pronunciar palabra, nunca se había sentido así con nadie, no entendía como alguien que prácticamente no conocía la pusiera tan nerviosa, la dejara paralizada sólo con su presencia, y cuando menos lo esperaba, él tomó su rostro entre sus manos y la besó suavemente, tan delicado que jamás pensaría que él podría besar así, y poco a poco fue besándola con más entrega, sus labios respondían en armonía ante aquel beso tan inesperado pero que no podía ni quería rechazar. Aveline seguía en shock ante aquel inesperado momento, intentó hablar, pero Bastian, sólo puso un dedo en sus labios y le pidió que guardara silencio, y de nuevo la beso, la abrazo y juntos miraron las estrellas y vieron el amanecer. Temprano en la mañana antes que todos despertaran Bastian la acompañó hasta su cabaña, besó su frente y se despidió y prometió volver en unas horas más para que hablaran sobre lo que había pasado esa noche.

Aveline tomó un baño, pero el beso de Bastián seguía clavado allí en su mente, aún sentía su sabor en sus labios, no sabía que pensar o que sentir, vino allí concentrada solo en aprender y mejorar cada día para ser una mejor escritora y encontrar a este chico que despertaba sus demonios, era algo inesperado para ella, algo con lo que no sabía si se sentía preparada para afrontar. A las 06:00 PM Bastian llegó con un libro de regalo “Entrevista con el vampiro – Anne Rice” Aveline se asombró muchísimo de que le regalara un libro de su autora favorita. Él sonrió y le dijo: Soy maestro Avy, tuve acceso a tu registro de ingreso, por eso conozco cosas de ti, como tus películas, series, autores y libros favoritos, sé que suena un poco acosador, pero nunca olvidaré la primera vez que vi tu curriculum de ingreso a Paradise Dreams, desde ese día quise conocerte. -No sé cómo sentirme respecto a que sepas tantas cosas mías y yo a duras penas conozco tu nombre, por tu crisocola puedo deducir que eres nativo de aquí, y sé que eres maestro aunque no tenemos clases juntos, algo que realmente agradezco. Entiendo que entre las normas de aquí está el no relacionarnos sentimentalmente con nativos, principalmente si es maestro.

-Veo que estás un poco enterada sobre las reglas y eso está bien, así no te metes en problemas innecesarios. Realmente he intentado alejarme de ti todo lo que puedo, pero ni yo mismo puedo explicarme lo que siento cuando te veo, o te siento cerca Avy, sé que esto no está bien, sé que si Edrielle se entera ambos vamos a sufrir las consecuencias, pero simplemente no puedo alejarme de ti.

-Sinceramente parece que hubieras leído Crepúsculo Bastián, esto parece un diálogo entre Bella y Edward, pero lo que realmente me preocupa es que a mí me pasa exactamente lo mismo.

Podría perderme para siempre en tus ojos, porque, aunque quiero evitarlo, siento que algo de ti me atrae y no sé cómo mantenerte lejos, porque te quiero aquí a mi lado, pero me duele pensar, que de llegar a tener “algo” tendría que ser secreto, que nadie se puede enterar de esto y que ante los demás sigas siendo arrogante, despectivo e hiriente conmigo.

-A mí no me hace feliz ver tus ojos avellana tristes Avy, pero tengo que seguir comportándome ante los demás, como soy con todos, ese alguien exigente y que aparenta no tener sentimientos, pero aquí, donde nadie nos ve, puedo ser yo sin miedo a que tú me juzgues por ello. Quiero intentarlo, está claro que sería poco a poco, primero podemos quedar en cuanto ambos tengamos tiempo y nos sea fácil vernos aquí en tu cabaña sin despertar sospechas, podemos empezar a conocernos, o viajar a las otras ciudades y compartir de algunos sitios que sé que te pueden gustar.

Los días y meses pasaban y ambos seguían viéndose a escondidas Avy se sentía muy emocionada con sus clases, y gracias a lo que estaba viviendo con Bastián podía ir construyendo más argumentos y personajes de su libro. Lo que sentía por él crecía cada día y cada vez era más difícil tenerlo cerca y tener que disimular, pero ambos sabían que era por su bien que debían seguir ocultando su relación a los demás.

Los años pasaron y la estadía de Avy en Paradise Dreams cada vez se acortaba más y más y le rompía el alma saber que en unos meses tendría que partir de allí y dejar al que se había convertido en su primer amor, aquel que agitaba su corazón y que le había enseñado a soñar y a creer en el amor.

La noche de fin de año, lo pasaron en una cabaña en Crystal Castles, Avy amaba la nieve,esa noche entre sonrisas y lágrimas Bastián le prometió que haría todo lo que estuviera en sus manos para que aunque ella terminara su estadía allí lograran que su relación continuara, que sabía que no sería sencillo, pero nada era imposible, y menos entre ellos dos, que a pesar de los años seguían allí, juntos y unidos.

La última semana de estadía llegó y Avy estaba muy triste porque sabía que en pocos días dejaría de ver a diario a Bast, y eso le rompía el corazón, Thea intentaba animarla pero no era posible, solo cuando estaba junto a él su alma se sentía en paz.

El día de su partida, Edrielle organizó un festival de despedida para aquellos estudiantes que habían sido graduados, Avy era una de las estudiantes que se había graduado con honores, y que había escrito un libro para donar a la biblioteca de autores de Paradise Dreams. En medio del festival Bast y Avy se alejaron de los demás para disfrutar de sus pocas horas juntos, pero Edrielle los encontró y los obligó a separarse, como castigo Avy no podría regresar a Paradise en al menos un año, y Bast estaría suspendido como maestro por seis meses. Ordenó que Avy abandonara de inmediato Paradise Dreams y esto ocasionó que sus corazones sintieran que se rompieran y que el dolor los inundara. Avy partió con lágrimas en los ojos, y Bast navegó en un velero hasta Metal Palace, para despedirse de su amada antes que cruzara la frontera y los separaran por completo. Justo llegó en el momento en que Avy iba a cruzar las cuevas de Skaftafell, y allí sin importarle que otra chica iba con ella, la besó entre lágrimas y sollozos y ambos se prometieron amarse e intentar estar juntos a pesar de la distancia. – yo te estaré esperando y veré la forma de que volvamos a estar juntos, te lo prometo Avy.

Avy regresó a casa para ver a su familia, pero la tristeza que embargaba su corazón era tan enorme que sólo cuando veía por videollamada a Bast su dolor disminuía solo un poco, pero quería volver a sentir sus labios, quería volver a estar entre sus brazos, a sentir su aroma al despertar, quería volver a sentir su calor.

Ella había logrado ahorrar un buen dinero durante muchos años producto de varios trabajos que había realizado, y decidió instalarse en Islandia, cerca de las cuevas de Skaftafell.

Una mañana mientras hablaba con Bast le contó de sus planes, había decidido vivir en la frontera entre Islandia y Paradise Dreams, así podrían verse mucho más a menudo, sin afectar al mundo del otro, porque Bast no podía vivir en su mundo más de cuatro años, de lo contrario moriría, era una de las leyendas de su país. Decidieron entonces que en cuanto ella pudiera regresar a Paradise Dreams, ella pasaría allí seis meses, y podrían estar juntos todo ese tiempo sin tener que ocultarse, puesto que ya no serían maestro y alumna, y cuando tuviera que estar fuera, Bast iría hasta su cabaña en la frontera, pasaría un tiempo con ella y luego regresaría a su hogar, así al menos conseguirían estar más tiempo juntos y continuar con su amor.

Y vivieron así por unos años más hasta que un día Avy se enteró de que serían padres, Edrielle en vista de que a pesar del tiempo y la distancia ellos no se habían separado y al parecer su amor era lo suficientemente fuerte como para sobrevivir a todos los contratiempos, decidió brindarle a Avy una estadía permanente en Paradise Dreams, pero para esto ella tendría que renunciar a su vida fuera de allí, ya que el tiempo funcionaba distinto en su país.

Aunque a Avy le dolía no volver a su familia con frecuencia, decidió aceptar por el bienestar del pequeño que venía en camino y del amor de su vida. Su familia decidió mudarse a la cabaña a las afueras de las cuevas de Skaftafell y así de esta manera, Avy pudo seguir viendo a su familia, y formar su propia familia al lado del hombre del que se enamoró. Y fueron muy felices hasta el fin de sus días.

Fin.

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Hola chicos, este es mi proyecto creativo en la modalidad de cuento, para Paradise Dreams. hago parte de la LC #YoLeoSkyden de la autora Dianne Gothly y por eso mis últimas entradas han sido parte de esta maravillosa aventura, sé que quizá es muy largo para algunos pero espero les guste.

Un abrazo.

Eve