Merecemos libertad
¿Cuántas veces dejamos de hacer cosas porque qué va a pensar
la gente? ¿Qué va a pensar mi familia? ¿qué pensaran mis amigos? Y si mejor nos
preguntamos ¿por qué no hacerlo si nos hace feliz?
Vivimos en el siglo XXI y aún las mujeres nos preocupamos en
que pensarán de nosotras si tenemos sexo en la primera cita. ¿Será que si me
acuesto con él va a pensar que soy una mujer “fácil”? ¿Si me lo “como” no me
vuelve a buscar? Estamos tan acostumbradas a que por cualquier cosa nos llamen “perra”,
“puta”, “zorra”, porque son las palabras que tristemente más escuchamos pero es
que el problema es que muchas veces gran parte del que nos preocupe el que nos
traten así es porque en muchas ocasiones nosotros hemos usado esos mismos
términos para referirnos a otras mujeres, que igual que todas nosotras tienen
necesidades, tienen ganas, pero ellas si dejaron de pensar en el que dirán y se
apropiaron de su cuerpo y tomaron la decisión de tener libertad sobre si
mismas. Ahora tampoco es que este post hable de libertinaje, para mi lo
importante es que cada mujer se haga dueña de su cuerpo y de su placer y deje
de preocuparse tanto por lo que piensen las demás personas.
Muchas veces pesa más el no haber hecho algo que el hacerlo,
porque si hiciste algo lo disfrutaste, te hizo feliz, de alguna forma hizo
vibrar algo en ti, pero cuando empezamos a pensar… Y si hubiera… el hubiera no
existe querida lectora, y créeme que sé de lo que hablo, porque en mis arrepentimientos
hay más cosas que me hubiera gustado hacer, que aquellas de las que me lamento
por haber hecho.
Cuanto daño nos han hecho los prejuicios, nos llenaron la
cabeza de tantas cucarachas que solo se han encargado de limitar nuestra mente
y nuestro cuerpo de generación en generación y parece el cuento de nunca
acabar, porque seguimos transmitiendo los mismos pensamientos machistas,
misóginos, misándricos, egoístas y vacíos a las futuras generaciones. No
entiendo la necesidad absurda de transmitir tanto odio de géneros, tanto odio
hacia el cuerpo humano, tanto odio hacia el placer, porque para la religión aún
tocar temas como estos es pecado.
En uno de los últimos posts del blog les hablé sobre las
mujeres insatisfechas, y esto en parte es por todos los prejuicios que aún hoy
día existen y de los cuales por X o Y no logramos liberarnos. ¿se han
preguntado cuantas de sus abuelas disfrutaron del sexo? A mi me queda claro que
la mía nunca lo hizo, porque cuando en algún momento tocamos el tema con ella,
ella siempre relacionaba el sexo con dolor, y eso es realmente triste y
frustrante. Me niego a vivir una vida llena de prejuicios, llena de
arrepentimientos, de ganas acumuladas solo porque no me atrevo a disfrutar mi
vida y mi sexualidad en todo su esplendor. Aclaro, tampoco les estoy diciendo que se acuesten con el
primero que se les atraviese, pero quiero que empecemos a vivir nuestra vida sexual
responsable-mente, disfrutando, diciendo NO si no queremos, diciendo ME GUSTA
ASÍ si tu compañero no lo hace como lo prefieres, no porque seamos mujeres debemos
quedarnos calladas por no herir su ego. Cuántas no están frustradas porque su
compañero/amante/novio/esposo/etc. ¿No logra complacerlas cuando tienen sexo? Porque
él termina y ustedes se quedan mirando para el techo, porque en ocasiones
olvidan que el sexo no siempre incluye penetración, porque terminaron exhaustos,
pero ustedes si pueden quedar frustradas mientras ellos descansan.
Basta ya de ser tan complacientes con todos menos con
nosotras mismas, tenemos que aprender a decir no, a decir si, a decir si
quiero, a decir me gustas, a decir quiero tener sexo contigo. Tenemos todo el
derecho y el deber con nosotras mismas de ser y hacernos felices, es nuestra
vida, es nuestro cuerpo, dejemos los lamentos y los prejuicios en el siglo
pasado, que, para vivir estresadas, con depresión y remordimientos no estamos.
Muchas mujeres murieron luchando por nuestros derechos, hagamos que
valga la pena, que valga las ganas, que valga la vida y que sea lo que sea que hagas, te haga feliz desde la punta de tu cabeza hasta la punta de tus pies.
Como siempre gracias por estar aquí y leerme,
Con cariño,
Eve.
NOTA: Este es el
primero de varios post que estarán relacionados, pero quise separar porque es
un tema que considero que es bastante extenso y quiero darle a cada punto el
espacio y tiempo que se merecen.
Cuando un hombre dice: estuve con esta o con aquella, o anoche estuve con dos, la sociendad nunca apunta hacia él como puto, pero agárrense si una mujer lo hace o lo ventila, ahí sí que la gente se da golpes de pecho, pero bueno la verdad es que este mundo machista aún tiene para largo. Lo que no debemos dejar de hacer es luchar por la equidad.
ResponderEliminarExcelente post Eve, espero los que siguen ��
Muchas gracias mi Eli, por siempre leerme, lo importante es que poco a poco nosotros estamos haciendo algo por cambiar esta sociedad machista :D
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