A mis veintitrés aún veo el mundo al revés.
Esta noche creo que más que alguna otra que recuerde ha empezado a caerme el “20” de que ya no soy la niña de 15 o 17 que conocieron algunos amigos que aún conservo hasta el día de hoy. A nivel personal podría decir que siento que he crecido para bien en varios aspectos; entre ellos y uno que me ha salvado de varias situaciones desagradables, está el hecho de aprender a controlar el mal carácter con el que nací, porque sí, soy un volcán que a la menor provocación puede explotar y a diferencia de antes ya no voy por la vida dejando las heridas de mi ira regadas por allí, he aprendido a callar cuando se debe hacerlo, a respirar hondo así la persona que se encuentra en frente mío no lo merezca y en vez de mi calma o mi silencio sea acreedora a uno que otro putazo, Mmm si… de esos que me liberan el alma cuando algo me molesta, o me gusta mucho, no lo puedo evitar, aunque trato de ser una “niña” educada y bien “portada” ese animal salvaje que hay en mi interior de vez en cuando también le gusta salir a pasear y hacer una que otra travesura por ahí.
Pero es que las cosas que pasan por mi mente ahora, cuando estoy a menos de un mes de cumplir 24 años, no se parecen en mucho a las cosas en las que pensaba cuando tenía 17 ni mucho menos 15, porque a decir verdad de mis 16 años en adelante decidí dar un giro de 360 grados a la niña que en esa época era, creo que las personas que me conocen después de eso ignoran el tipo de niña que antes era, una de la que aunque no me siento del todo o para nada orgullosa, para bien o para mal hace parte de ese pedazo de mi historia que ha forjado la persona que hoy soy.
Ya no me preocupa salir a la calle sin maquillaje, porque para mí desgracia y yendo en contra de las recomendaciones de mi madre, empecé a maquillarme muy joven, aunque en realidad me “oscurecí” con los años, entre comillas lo pongo porque es un término que algunas personas usan para referirse a ciertos “gustos o afines” musicales y de estética, en realidad muy pocas personas podrán comprender a lo que me refiero con mi cambio, ese giro radical que di, y en realidad no pienso aclararlo aquí.
Solo sé que escuchar a hablar a niñas de la edad que tuve hace ocho o nueve años en ocasiones es para mí un poco irritante, incómodo y me hace empezar a sentir como si en vez de veintitrés tuviese setenta años.
Mentalmente hablando para algunos soy una chica cerrada y para otros abierta, supongo que como todos y como en todo los puntos de vista son subjetivos y modificables depende del contexto al que se aplique, porque hasta yo misma me considero muy conservadora con algunos temas, y es por esto mismo que me irrita escuchar a un par de pubertas hablando sobre desamor, olvido, vida difícil, y otros asuntos que a su edad yo no trataba, sí… estamos en el siglo XXl pero no por eso, no dejo de alarmarme de la degradación de la niñez y la juventud de hoy día, así como sé que a esa edad las hormonas y las malas compañías nos vuelven insoportablemente extremistas y sé que pedirles un poco de coherencia y responsabilidad a esas hormonas revoleando por todos lados, pueda ser quizá pedirle mucho a la vida, también sé, que si soy lo que soy ahora, y a diferencia de todas las chicas que crecieron conmigo, no tengo hijos, ni los quiero aún ni en por lo menos unos seis o diez años; es gracias a la educación que recibí de parte de mi madre, a quién le doy el mérito completo de la mujer que hoy en día soy.
Porque en ocasiones me resulta muy molesto que la gente me pregunte ¿por qué no tengo novio? ¿por qué no tengo hijos? A lo que simplemente a una de esas preguntas solo respondí: ¡No! no tengo hijos aún, tengo gatos, con eso me basta y me sobra, y a la primera pregunta me limitaré a responder que no todas las personas están solteras porque nadie les ponga cuidado o porque sean amargadas, no señor, también estamos los solteros por convicción propia, a los que nos parece y nos sentimos muy bien disfrutando de nuestra soltería, que quizá en mi caso personal se ha incrementado con los años, pero es que en realidad lo que puedo sentir es que entre más tiempo paso “sola” más exigente me he vuelto sobre involucrarme con otra persona, suficiente con lidiar con mis demonios internos para lidiarle a alguien más los suyos.
Evelyn Bríñez.
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Empiezo a actualizar el blog con los post del blog en el facebook, este post es del 8 de febrero casi un mes antes de mi cumpleaños número 24, espero sea de su agrado, feliz día.
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